Vitoria-Gasteiz, 2009. El cumpleaños de Ane está cada vez más cerca y, con ello, el regalo que tanto lleva esperando: un coche que Jon, su vecino, ha estado restaurando en exclusiva para ella. Para ella y, en secreto, para su madre, María, a quien el vehículo le permitiría alejar a Ane un tiempo del ambiente de la ciudad. Pero Ane no está dispuesta a irse: tras la nueva medida del Gobierno, el Gaztetxe de su barrio peligra con ser cerrado y hay que movilizar a todo el pueblo para impedirlo. Sin embargo, recogiendo firmas como cree su madre, no se arregla nada. Ane, en cambio, sabe que para protestar hay que hacer sacrificios. En Ane, la rebeldía propia de la adolescencia y la toma de las primeras decisiones políticas se conjugan en un contexto determinado, en el País Vasco, en 2009. Contexto que, inevitablemente, condiciona este paso a la madurez personal y política. Por tanto, el corto pretende reflexionar sobre cómo el conflicto político vasco ha podido cambiar la cotidianidad de aquellos que le han sido coetáneos, aunque no hayan sido sus protagonistas.